Así podría resumir la conversación por audios de WhatsApp en los últimos días con un grandísimo amigo que vive en Argentina.
No suelo dar consejos en plan instrucciones de “haz esto, haz lo otro”, pero sí me tomo la libertad de contarles a las personas que me preguntan qué es lo que yo haría (o he hecho) estando en su lugar.
Siendo el país que sea, el tipo de negocio que sea, si veo que la cosa no marcha, que por mucho que me vuelvo loco haciendo cosas para sacar mi negocio adelante, llega un momento en el cual tengo que plantearme si vale la pena continuar.
Y si encima ya no estás ni siquiera motivado con tu negocio, más aún deberías replantearte cosas.
¿Cuál es el punto clave?
Para mí está claro, y probablemente más de uno o una se quede en shock con lo que voy a decir: a veces no es cuestión de trabajar en lo que has soñado siempre o lo que te apasiona más que nada en el mundo.
Si quieres sacar un negocio adelante, si quieres ganar dinero, debes cubrir una necesidad, resolver un dolor de un potencial cliente, hacer algo por lo que alguien esté dispuesto a darte su dinero.
Sinceramente, jamás pensé en su momento que mi pasión fuera producir y vender tarjetas plásticas y metálicas. ¿Puede ser la pasión de alguien? Quizás sí, quizás no, no lo sé.
La mía desde luego no lo fue, pero mira tú por dónde, las tarjetas plásticas eran algo que un gran campo de clientes quería pero no conseguían en las condiciones que querían. Vi la oportunidad, necesitaba ganar dinero y van 12 años pagando mi estilo de vida.
Así que, en primer lugar, averigua qué es lo que busca un grupo de personas, léase potenciales clientes lo suficientemente grande y accesible al que puedas acceder y ofrecer tu nuevo producto o servicio, cubriendo su necesidad con creces, y haciendo que encantados te paguen lo que tú les pidas.
¿Cómo lo averiguas?
Por ejemplo preguntando. Es muy simple. Saca tu agenda, redacta un mail o whatsapp y envíalo a 50 personas y hazles una sencilla pregunta:
“Si yo te pudiera resolver un problema o necesidad, ¿qué me pedirías? ¿Cuál es tu mayor problema o dolor ahora mismo que querrías que te resolviera?”
A veces no somos conscientes de lo que realmente buscan los demás, las respuestas podrían sorprenderte.
Y según lo que te respondan esas 50 o 20 o 70 personas, construye la solución, ponla bonita y ofrécela.
Pero eso sí, adáptalo a tu sueño o proyecto de vida. Si quieres vivir viajando o mudándote de país en país cada pocos meses o años, o quieres trabajar desde casa, o quieres ir solo a un coworking pero no liarte con empleados, ni comprar maquinarias etc., pues no te metas en soluciones que lo requieran. Mantenlo sencillo, “minimal”, más vale sencillo y que funcione a complejo, lento y poco funcional. Para eso último, ya están las multinacionales.
¿Te has visto en alguna situación similar? ¿Cómo lo has resuelto? ¿Me lo quieres contar?
Si por otro lado estás así o parecido y no sabes por dónde empezar, respóndeme también, quizás pueda darte algún punto de vista adicional y / o diferente.